Oceana pide la protección de otras cuatro áreas marinas gallegas

El estudio resalta la escasez de peces y crustáceos de valor comercial por su alta explotación

Menos del 1% del espacio marino de Galicia y del mar Cantábrico está protegido, cuando Naciones Unidas recomienda que en el 2012 estas áreas sumen el 10%. Por esta razón, la organización Oceana y la Fundación Biodiversidad exigieron ayer al Gobierno la protección de otros 14 espacios marinos de gran valor ecológico repartidos por el norte del país, cuatro de ellos en Galicia,
Para avalar esta petición, ambas asociaciones llevaron a cabo durante los tres meses de verano del 2008 un estudio de los fondos marinos desde Galicia al País Vasco. En total recorrieron unas 1.500 millas, en las que realizaron 105 inmersiones entre la superficie y los 350 metros de profundidad, en las que se identificaron cerca de 800 especies distintas y más de una veintena de hábitats diferentes.
Los resultados de esta investigación revelan que es necesario proteger 45.000 kilómetros cuadrados marinos de esta zona, mediante la creación de al menos 14 espacios protegidos. Actualmente, en esta área del norte de España solo hay seis zonas bajo especial vigilancia, tres de ellas en Galicia (Os Miñarzos, ría de Cedeira e Illas Atlánticas), una en Asturias y dos en el País Vasco.
«El trabajo ha servido para descubrir grandes y espectaculares bosques de corales fuera de las zonas protegidas», según afirmó Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana. También se han documentado campos de esponjas de profundidad, jardines de gorgonia, praderas submarinas, arrecifes de ostras y gusanos, fondos fangosos con plumas de mar, cañones submarinos, cuevas y bosques de quelpos.
Entre todo lo observado, destaca el hallazgo de una nueva especie de esponja champiñón en fondos rocosos entre 50 y 120 metros de profundidad. También ha llamado la atención la aparición de tiburones a profundidades superiores a 300 metros, o la diversidad de corales negros por debajo de 150 metros.
A pesar de esta gran diversidad biológica, Oceana resalta la escasez de peces y crustáceos de valor comercial, como cigala, anchoa, rape, gallo, lenguado, merluza y otras especies similares. Los muestreos llevados a cabo corroboran los preocupantes datos sobre las pesquerías de la zona presentados por el ICES (Consejo Internacional para la Exploración del Mar), organismo científico que asesora a la UE sobre los recursos pesqueros en el Atlántico norte: el 60% están al borde del colapso.
«El mal estado de los recursos pesqueros, la gran cantidad de basura encontrada, con abundancia de redes, sedales y boyas, y la necesidad de cumplir con los objetivos internacionales para detener la pérdida de biodiversidad exigen la creación inmediata de nuevas áreas marinas protegidas en las aguas atlánticas gallegas y en el mar Cantábrico», manifestó Aguilar.
El estudio destaca que existen otras zonas marinas en Galicia de gran interés que no han sido estudiadas y de las que apenas hay información, como los cañones de Arousa, Muxía, Laxe y Ferrol, o las montañas marinas de Fernandes Lópes y A Coruña o la espuela de Pardo Bazán, además del banco de Galicia.