WEBS AMIGAS
Últimos temas
» Belarra, Díaz y Verstrynge, las únicas diputadas que han renunciado a las dietas del Congresopor satanas666 Vie 03 Nov 2023, 9:03 am
» Humor en la política
por satanas666 Miér 04 Oct 2023, 1:20 pm
» La derecha inicia una campaña contra el rey tras proponer a Sánchez para la investidura
por satanas666 Miér 04 Oct 2023, 1:13 pm
» Trocitos de Historia
por satanas666 Jue 04 Mayo 2023, 7:12 am
» El hallazgo de las inscripciones más antiguas en lengua vascónica en Navarra revoluciona las investigaciones sobre el euskera
por satanas666 Mar 15 Nov 2022, 7:30 am
» 35.000 millones de euros en salarios de los trabajadores mejor pagados no cotizan para las pensiones
por satanas666 Mar 15 Nov 2022, 7:17 am
» Bob
por blusman Lun 27 Sep 2021, 5:40 pm
Mi periódico
Temas similares
Carta de despedida de España.
4 participantes
Página 1 de 1.
Carta de despedida de España.
Cuando era pequeño, mi madre me decía "hijo, estudia y trabaja duro, y sobre
todo sé honrado, que acabarás siendo recompensado" y yo le hice caso,
porque mi madre, a pesar de ser cajera de supermercado, había
conseguido sacar adelante ella sola a sus hijos y darles una educación,
que fue prácticamente nuestra única herencia.
Así que me apliqué primero en la EGB, luego en el bachillerato y saqué una de las
mejores notas en selectividad. Decidí aprovechar al máximo mis
cualidades y cursar Ingeniería Superior de Caminos, Canales y Puertos, a
pesar de saber que era una de las carreras más difíciles que existían
en España. Sufrí de lo lindo, todos mis compañeros eran muy buenos
estudiantes (la nota de entrada era muy alta), y mientras que mis amigos
de instituto se lo pasaban bien en esa época, yo tenía poco tiempo para
otra cosa que no fuera estudiar.
Acabé la carrera en 7 años, un tiempo que resultó ser inferior a la media,
pero que me pareció eterno, y empecé a trabajar haciendo proyectos para
el sector de la construcción. Durante unos años gané un sueldo muy
superior al de mis amigos de instituto, creía que por fin el esfuerzo
había merecido la pena, pero mi empresa hacía constantemente cosas
ilegales para ganar mucho dinero fácil, dinero que en parte, todo el
mundo lo sabía, acababa en manos de políticos corruptos, y el negarme a
hacer estas cosas me estaba causando muchos problemas y se estaba
creando un mal ambiente con mis jefes.
Dada
la insostenible situación, y viendo que acabaríamos pagando todos algún
día aquel despilfarro y mala forma de hacer las cosas, pensé que hacer
una oposición era una buena salida. Entre otras cosas me atraía la
idea de trabajar para el país en lugar de intentar saquearlo para
beneficiar a no se sabe bien quién.
En las oposiciones tendría que competir con sólo ingenieros de caminos
como yo, por lo que no iba a ser nada fácil. Estudié duro en el tiempo
que me quedaba a la salida del trabajo, solía dormir entre 4 y 5 horas
cada día y para mí no existieron casi los fines de semana. Se me hizo
infernal a pesar de estar acostumbrado a trabajar y estudiar muy duro,
pero al cabo de dos años conseguí aprobarla.
Cuando lo dije en mi trabajo, la gente no entendía mi decisión. ¡Iba a ganar
10.000 € menos! (la gente no se imagina lo mal pagados que están los
funcionarios). Se acabarían las comidas en restaurantes de lujo con
clientes, los pluses de productividad, las cestas y cenas de navidad, el
coche de empresa... ¿Por qué valorar la seguridad del puesto de trabajo
si las cosas iban viento en popa en la empresa?. No podían entender
que yo valorara otras cosas. De todas maneras yo nunca valoré lo mismo
que ellos, cuando gané dinero no me compré ni un Audi ni un BMW, ni me
hipotequé hasta las cejas para comprar un chalet en la zona norte de
Madrid pensando que ése iba a ser mi sueldo toda la vida.
Si aún viviera, mi madre habría estado orgullosa de lo que había
conseguido aprobando la oposición, pero desde el principio de conseguir
la plaza, por algún motivo, para el mundo pasé de ser un admirado y
capacitado currante, a ser un vago.
Yo no noté mucha diferencia en mi capacidad de trabajo, tal vez ahora
tenía un horario más racional (que pagué a precio de oro, recordad),
pero dado que el personal donde trabajaba había sido reducido en los
últimos años y que había mucho trabajo por sacar, seguí trabajando de
forma intensa, igual que mis compañeros. La verdad es que alguien que se
ha pasado la vida trabajando duro no se convierte en un vago de la
noche a la mañana, digamos que no está en los genes o en el carácter más
interno de uno, y no hablo sólo de mí, sino de todo licenciado/ingeniero
que además se ha sacado una oposición, a los que no considero muy diferentes de mi caso.
Y sin embargo en todos los sitios a la gente le encantaba hablar de los
funcionarios y decir que eran unos vagos. Me lo decían especialmente los
que no se habían trabajado nada en la vida, éstos eran los más duros
con las bromas y las críticas. Al resto les bastaba con un "Tú no, por
supuesto, te conocemos y eres un caso especial, pero sé de un caso… bla,
bla… y eso creo que es lo habitual". Siempre me acababan metiendo en
un saco de imaginarios administrativos que se pasan el día poniendo
sellos a no se sabe muy bien qué papeles y tomando cafés en igual
proporción, en el tiempo que no están yendo de compras en horario de
oficina (¿de dónde habrá salido ese mito?, yo llevo unos años pisando
administraciones y jamás he visto a nadie hacer la compra en horas de
trabajo, y sin embargo todo el que ha tenido que hacer algún trámite en
su vida parece haber visto el caso o que se lo hayan contado).
Me desgañité tratando de explicar que el número de administrativos
funcionarios se ha reducido mucho en los últimos años, al igual que en
las empresas, al auntomatizarse/informatizarse este trabajo, y que
ahora los trabajos meramente administrativos los desempeñaban en gran
medida empresas subcontratadas que ponían su personal, y por los que la
Administración paga del orden de tres veces lo que costarían como
funcionarios, mientras que ellos reciben un sueldo inferior (para eso
sirven básicamente las privatizaciones, no penséis que es para aumentar
la eficiencia tal y como os cuentan). Los funcionarios actualmente son
un grupo muy cualificado, en la que la mayoría son mayoría los médicos
y profesores, los policías y bomberos en menor medida, y en sitios
como en el que yo trabajo, son mayoría los ingenieros. Desde luego no es
la gente más sospechosa de ser vaga.
En fin, que de repente he pasado a ser despreciado laboralmente por la
gente, a pesar de ser la misma persona, a pesar de trabajar para ellos
en lugar de contra ellos como hacían mis excompañeros, y para colmo,
al llegar la crisis, la agresividad de la gente ha aumentado mucho, y
mis excompañeros, que ahora se han quedado sin trabajo con el
hundimiento de la construcción, ahora envidian mis 1.700 € de sueldo, y
me llegan a decir que nos tendrían que echar a todos (yo nunca les
desee mal, ¿por qué ese odio de repente?). Incluso los políticos parecen
envidiar también nuestros puestos de trabajo, no para ellos en
concreto, ya que no sabrían cómo vivir con mi sueldo, sino para sus
familiares y amigos, y desde hace muchos años hay una pretensión de los
mismos de poder abarcar los puestos altos de la administración que
actualmente, por ley, corresponden a funcionarios. No me cabe duda de
que si ellos accedieran a esos puestos, automáticamente subirían los
exiguos salarios asociados.
Como parece que todo el mundo ahora me odia y me desprecia, y además mis
condiciones laborales empeoran cada vez más, especialmente el sueldo,
aparte de los recortes que sufre todo español, y viendo que el futuro
no va a ser mejor, visto el camino que hemos tomado como país, contacté
con un amigo sueco para que echara mi currículum en su empresa, y… ¡me
han hecho una oferta inimaginable!. Me comentan que valoran mucho mi
gran formación y experiencia profesional y que estarían orgullosos de
contar con alguien como yo en su empresa.
Suecia dicen que es uno de los países del mundo en los que la gente vive
mejor, es un país muy avanzado en el que sus políticos viven en casas y
pisos normales, sin mayores lujos que sus ciudadanos, sin coches
oficiales blindados ni palacetes, en el que no se derrocha el dinero en
construcciones megalómanas inútiles y en cambio sí se gasta en las
personas, que además cuentan con un horario laboral racional y muchas
ayudas. Un país, en fin, en el que la corrupción es casi inexistente
comparado con España. Así que les he dicho que sí.
Mi madre tenía razón, si uno estudia y trabaja duro, y es honrado, acabará siendo recompensado, ¡pero no en este país!.
Pedro.
todo sé honrado, que acabarás siendo recompensado" y yo le hice caso,
porque mi madre, a pesar de ser cajera de supermercado, había
conseguido sacar adelante ella sola a sus hijos y darles una educación,
que fue prácticamente nuestra única herencia.
Así que me apliqué primero en la EGB, luego en el bachillerato y saqué una de las
mejores notas en selectividad. Decidí aprovechar al máximo mis
cualidades y cursar Ingeniería Superior de Caminos, Canales y Puertos, a
pesar de saber que era una de las carreras más difíciles que existían
en España. Sufrí de lo lindo, todos mis compañeros eran muy buenos
estudiantes (la nota de entrada era muy alta), y mientras que mis amigos
de instituto se lo pasaban bien en esa época, yo tenía poco tiempo para
otra cosa que no fuera estudiar.
Acabé la carrera en 7 años, un tiempo que resultó ser inferior a la media,
pero que me pareció eterno, y empecé a trabajar haciendo proyectos para
el sector de la construcción. Durante unos años gané un sueldo muy
superior al de mis amigos de instituto, creía que por fin el esfuerzo
había merecido la pena, pero mi empresa hacía constantemente cosas
ilegales para ganar mucho dinero fácil, dinero que en parte, todo el
mundo lo sabía, acababa en manos de políticos corruptos, y el negarme a
hacer estas cosas me estaba causando muchos problemas y se estaba
creando un mal ambiente con mis jefes.
Dada
la insostenible situación, y viendo que acabaríamos pagando todos algún
día aquel despilfarro y mala forma de hacer las cosas, pensé que hacer
una oposición era una buena salida. Entre otras cosas me atraía la
idea de trabajar para el país en lugar de intentar saquearlo para
beneficiar a no se sabe bien quién.
En las oposiciones tendría que competir con sólo ingenieros de caminos
como yo, por lo que no iba a ser nada fácil. Estudié duro en el tiempo
que me quedaba a la salida del trabajo, solía dormir entre 4 y 5 horas
cada día y para mí no existieron casi los fines de semana. Se me hizo
infernal a pesar de estar acostumbrado a trabajar y estudiar muy duro,
pero al cabo de dos años conseguí aprobarla.
Cuando lo dije en mi trabajo, la gente no entendía mi decisión. ¡Iba a ganar
10.000 € menos! (la gente no se imagina lo mal pagados que están los
funcionarios). Se acabarían las comidas en restaurantes de lujo con
clientes, los pluses de productividad, las cestas y cenas de navidad, el
coche de empresa... ¿Por qué valorar la seguridad del puesto de trabajo
si las cosas iban viento en popa en la empresa?. No podían entender
que yo valorara otras cosas. De todas maneras yo nunca valoré lo mismo
que ellos, cuando gané dinero no me compré ni un Audi ni un BMW, ni me
hipotequé hasta las cejas para comprar un chalet en la zona norte de
Madrid pensando que ése iba a ser mi sueldo toda la vida.
Si aún viviera, mi madre habría estado orgullosa de lo que había
conseguido aprobando la oposición, pero desde el principio de conseguir
la plaza, por algún motivo, para el mundo pasé de ser un admirado y
capacitado currante, a ser un vago.
Yo no noté mucha diferencia en mi capacidad de trabajo, tal vez ahora
tenía un horario más racional (que pagué a precio de oro, recordad),
pero dado que el personal donde trabajaba había sido reducido en los
últimos años y que había mucho trabajo por sacar, seguí trabajando de
forma intensa, igual que mis compañeros. La verdad es que alguien que se
ha pasado la vida trabajando duro no se convierte en un vago de la
noche a la mañana, digamos que no está en los genes o en el carácter más
interno de uno, y no hablo sólo de mí, sino de todo licenciado/ingeniero
que además se ha sacado una oposición, a los que no considero muy diferentes de mi caso.
Y sin embargo en todos los sitios a la gente le encantaba hablar de los
funcionarios y decir que eran unos vagos. Me lo decían especialmente los
que no se habían trabajado nada en la vida, éstos eran los más duros
con las bromas y las críticas. Al resto les bastaba con un "Tú no, por
supuesto, te conocemos y eres un caso especial, pero sé de un caso… bla,
bla… y eso creo que es lo habitual". Siempre me acababan metiendo en
un saco de imaginarios administrativos que se pasan el día poniendo
sellos a no se sabe muy bien qué papeles y tomando cafés en igual
proporción, en el tiempo que no están yendo de compras en horario de
oficina (¿de dónde habrá salido ese mito?, yo llevo unos años pisando
administraciones y jamás he visto a nadie hacer la compra en horas de
trabajo, y sin embargo todo el que ha tenido que hacer algún trámite en
su vida parece haber visto el caso o que se lo hayan contado).
Me desgañité tratando de explicar que el número de administrativos
funcionarios se ha reducido mucho en los últimos años, al igual que en
las empresas, al auntomatizarse/informatizarse este trabajo, y que
ahora los trabajos meramente administrativos los desempeñaban en gran
medida empresas subcontratadas que ponían su personal, y por los que la
Administración paga del orden de tres veces lo que costarían como
funcionarios, mientras que ellos reciben un sueldo inferior (para eso
sirven básicamente las privatizaciones, no penséis que es para aumentar
la eficiencia tal y como os cuentan). Los funcionarios actualmente son
un grupo muy cualificado, en la que la mayoría son mayoría los médicos
y profesores, los policías y bomberos en menor medida, y en sitios
como en el que yo trabajo, son mayoría los ingenieros. Desde luego no es
la gente más sospechosa de ser vaga.
En fin, que de repente he pasado a ser despreciado laboralmente por la
gente, a pesar de ser la misma persona, a pesar de trabajar para ellos
en lugar de contra ellos como hacían mis excompañeros, y para colmo,
al llegar la crisis, la agresividad de la gente ha aumentado mucho, y
mis excompañeros, que ahora se han quedado sin trabajo con el
hundimiento de la construcción, ahora envidian mis 1.700 € de sueldo, y
me llegan a decir que nos tendrían que echar a todos (yo nunca les
desee mal, ¿por qué ese odio de repente?). Incluso los políticos parecen
envidiar también nuestros puestos de trabajo, no para ellos en
concreto, ya que no sabrían cómo vivir con mi sueldo, sino para sus
familiares y amigos, y desde hace muchos años hay una pretensión de los
mismos de poder abarcar los puestos altos de la administración que
actualmente, por ley, corresponden a funcionarios. No me cabe duda de
que si ellos accedieran a esos puestos, automáticamente subirían los
exiguos salarios asociados.
Como parece que todo el mundo ahora me odia y me desprecia, y además mis
condiciones laborales empeoran cada vez más, especialmente el sueldo,
aparte de los recortes que sufre todo español, y viendo que el futuro
no va a ser mejor, visto el camino que hemos tomado como país, contacté
con un amigo sueco para que echara mi currículum en su empresa, y… ¡me
han hecho una oferta inimaginable!. Me comentan que valoran mucho mi
gran formación y experiencia profesional y que estarían orgullosos de
contar con alguien como yo en su empresa.
Suecia dicen que es uno de los países del mundo en los que la gente vive
mejor, es un país muy avanzado en el que sus políticos viven en casas y
pisos normales, sin mayores lujos que sus ciudadanos, sin coches
oficiales blindados ni palacetes, en el que no se derrocha el dinero en
construcciones megalómanas inútiles y en cambio sí se gasta en las
personas, que además cuentan con un horario laboral racional y muchas
ayudas. Un país, en fin, en el que la corrupción es casi inexistente
comparado con España. Así que les he dicho que sí.
Mi madre tenía razón, si uno estudia y trabaja duro, y es honrado, acabará siendo recompensado, ¡pero no en este país!.
Pedro.
Re: Carta de despedida de España.
España se quedará sin la cultura y sin los cerebritos.
Yeira
De la casa- Cantidad de envíos : 15976
Fecha de inscripción : 03/10/2008
Localización : Madrid
Re: Carta de despedida de España.
Hoy han dicho en las noticias alemanas que Siemens ha puesto en marcha un programa de formación profesional que abarca desde técnicos a ingenieros para alumnos griegos, españoles, italianos y portugueses para una vez terminada la formación devolverlos a sus países de origen con contratos en sus filiales
Almita
De paso- Cantidad de envíos : 39
Fecha de inscripción : 10/09/2010
Re: Carta de despedida de España.
Es muy triste lo que cuentas Satanás, todo aquel que vale se larga de este país en el que la política, las empresas, la justicia etc. esta corrompida, terminaremos siendo tercermundistas.
Me gusta la democracia, ninguna dictadura ha sido buena, pero hay un dicho que dice que "todo país tiene los gobernantes que se merece" ¿Es posible que nosotros nos merezcamos una dictadura que ponga un poco de orden en este, sálvese quien pueda?
Ya tuvimos una y precisamente fue por el caos que reinaba en esta querida España y tuvo que venir un dictador a poner orden, como es natural con el látigo en la mano, que parece ser que es lo único que nos hace ir un poco derechos. A ese hombre se le ha criticado mucho que después de ganar la guerra no estableciera una democracia y el se retirara, pero ese hombre conocía a este pueblo y tenía miedo a soltar el látigo, porque intuía que volveríamos a las andadas y ya hemos vuelto.
Me alegro por ti y lo siento por España que esta perdiendo a los mejores y nos estamos quedando con una pandilla de incultos políticos, que no han trabajado en su vida, y que no piensan más que en llenarse los bolsillos, con excepciones, claro, pero la excepción hace la regla.
Te deseo lo mejor Satanás
Me gusta la democracia, ninguna dictadura ha sido buena, pero hay un dicho que dice que "todo país tiene los gobernantes que se merece" ¿Es posible que nosotros nos merezcamos una dictadura que ponga un poco de orden en este, sálvese quien pueda?
Ya tuvimos una y precisamente fue por el caos que reinaba en esta querida España y tuvo que venir un dictador a poner orden, como es natural con el látigo en la mano, que parece ser que es lo único que nos hace ir un poco derechos. A ese hombre se le ha criticado mucho que después de ganar la guerra no estableciera una democracia y el se retirara, pero ese hombre conocía a este pueblo y tenía miedo a soltar el látigo, porque intuía que volveríamos a las andadas y ya hemos vuelto.
Me alegro por ti y lo siento por España que esta perdiendo a los mejores y nos estamos quedando con una pandilla de incultos políticos, que no han trabajado en su vida, y que no piensan más que en llenarse los bolsillos, con excepciones, claro, pero la excepción hace la regla.
Te deseo lo mejor Satanás
Crupier
De paso- Cantidad de envíos : 80
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Localización : Madrid
Re: Carta de despedida de España.
Crupier escribió:
Ya tuvimos una y precisamente fue por el caos que reinaba en esta querida España y tuvo que venir un dictador a poner orden
poner orden?? ......te refieres a aniquilar todo aquel que no comulgara con él??.............ese hombre no era un hombre......éra un asesino
Re: Carta de despedida de España.
satanas666 escribió:Crupier escribió:
Ya tuvimos una y precisamente fue por el caos que reinaba en esta querida España y tuvo que venir un dictador a poner orden
poner orden?? ......te refieres a aniquilar todo aquel que no comulgara con él??.............ese hombre no era un hombre......éra un asesino
No me gusta discutir de política, pero yo viví la dictadura e intensamente y también viví la república y en Madrid en la zona roja, estaban las "checas" y las cunetas estaban llenas de cadáveres sin juicio de ningún tipo, simplemente por alguien que te denunciara venían los milicianos a tu casa a "darte el paseo" e ibas a una cuneta con un tiro en la nuca, así murió mi padre, que jamás se metió en política. Simplemente por el hecho de llevar una sotana ya eres hombre o mujer muerto ¿Eso no era una dictadura asesina?
Yo lo he vivido, a ti te lo han contado, posiblemente gente a la que la apasiona la política, a mi no, creo ser imparcial y creo que te lo he demostrado en mi primer post, al decirte que no me gusta la dictadura porque reprime el pensamiento y si me gusta la democracia, no esto que tenemos, esa es la diferencia.
Fue una guerra entre hermanos y según donde te pillara eras rojo o nacional, pero no había buenos ni malos éramos iguales. En cuanto al asesino, claro, en eso consisten las dictaduras en no dejarte pensar libremente, pero tiene su contrapartida al corrupto, al ladrón y al asesino, se los castigaba duramente, en España la única delincuencia que existía era los carteristas, cualquiera iba solo a las tres de la madrugada por cualquier sitio y ni pensabas que te ocurriera nada, pues no ocurría ¿Y ahora?. Si no te metías en política eras mucho más libre que ahora. Y no me lo han contado, te repito que lo he vivido.
Y te habla uno que lo ha experimentado, no me lo han contado, pues tu sabes que las cosas son del color según con el cristal con que se miren
Ya te he dicho que la política me trae sin cuidado, pero asesinos los ha habido en los dos bandos o no te han hablado de Carrillo y los miles de muertos enterrados en fosas comunes en Paracuellos del Jarama.
Y con esto acabo este tema, pues si hay algo que odie es la política y EL TU MÁS
Crupier
De paso- Cantidad de envíos : 80
Fecha de inscripción : 27/05/2013
Localización : Madrid
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.