La izquierda acorrala a Rajoy con el 'caso Bárcenas'

Soraya Rodríguez (PSOE) y Soraya Sáenz de Santamaría (PP) hoy en la sesión de control al Gobierno.

• El PSOE demuestra que trabajó para el PP hasta el 31 de enero de 2013
  
• Santamaría echa mano del caso de los ERE para afear la actitud del PSOE
  

Dura sesión en el Congreso sobre el caso Bárcenas. La izquierda ha aprovechado la oportunidad para acosar al Gobierno, y especialmente al presidente, con el escándalo del ex tesorero. Primero Izquierda Unida y después el PSOE. A la primera interpelación ha respondido el ministro de Justicia y a la segunda, la vicepresidenta.
Los socialistas, representados por la portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, han acaparado la atención de la Cámara al exhibir el documento de la Tesorería General de la Seguridad Social que recoge la vida laboral de Bárcenas y en el que se demuestra que causó alta como trabajador en el PP hasta el 31 de enero de 2013 con lo que no es cierto que no tuviera relación con el partido como afirmó Rajoy en el Senado.

Igualmente los socialistas han mostrado los documentos de la Agencia Tributaria en los que se recoge que Luis Bárcenas pagó su cuota de militante del PP en los años 2008, 2009 y 2011 y que, por tanto, cuando Rajoy llegó a La Moncloa, el 21 de diciembre de ese último año, el ex tesorero sí pertenecía al partido.

'Mucho más que un tribunal'

La portavoz del PSOE ha insistido en que el Parlamento no es un tribunal de Justicia pero ha recalcado que, en lo referente a responsabilidades políticas "es mucho más que un tribunal". "El Parlamento quedaría herido de muerte si el presidente miente en él y no se reacciona".
Rodríguez además ha espetado a los diputados de la bancada del PP : "¿Ven ustedes como no es tan sencillo como creer a Rajoy o a Bárcenas?". El PSOE está dispuesto a presentar la próxima semana una moción en el Congreso "para que la mentira no quede sin respuesta".
La vicepresidenta del Gobierno, a quien Rajoy dejó la responsabilidad de responder a la interpelación del PSOE, ha echado balones fuera y ha intentado evitar el fondo de las graves acusaciones que ha lanzado el PSOE al presidente. Santamaría ha argumentado que no se puede utilizar el caso Bárcenas en el ejercicio de la acción de control al Gobierno, puesto que el asunto con quien tiene que ver es con el PP y no con el Ejecutivo. Además, ha recordado que el caso se encuentra en manos de la Justicia para la que, una vez más, ha pedido "respeto".

La número dos ha echado mano del caso de los ERE e incluso ha llegado a dar por buena la imputación de Manuel Chaves y José Antonio Griñán -algo que en puridad aún no se ha producido- para ampliar el foco de la cuestión hacia asuntos de corrupción que afectan de lleno a la oposición.
Santamaría ha retado al PSOE a presentar una "moción de censura", aunque les ha recordado que para ello "hace falta tener un candidato". También ha asegurado que la portavoz de un partido no puede subirse a la tribuna del Congreso para pretender ser "juez en todas las causas". A continuación su discurso ha derivado hacia las posibilidades que tiene España de "ver la luz" económica y ha asegurado que para contrarrestar esto el PSOE se aferra al caso Bárcenas.
Para ella, la corrupción no es un problema de ahora ni de un partido. Es algo que, ha dicho, "afecta a todos". "No logrará menoscabar la estabilidad de este Gobierno", ha advertido, antes de afirmar que hablando de casos de corrupción, al PSOE le atañe uno -el de los Ere- que "tiene más imputados que socialistas sentados en la Cámara".
Para finalizar, Santamaría ha vuelto a pedir al PSOE que se preste a negociar y pactar medidas contra la corrupción en lugar de "intentar buscar el disenso" e intentar convertir al Parlamento en una "Cámara de representación teatral". "Eso es lo que quieren los ciudadanos", ha insistido.

IU: 'Hay que dar la cara, abrir las puertas y los cajones'

Por su parte, Ruiz Gallardón ha afrontado la primera interpelación, de IU, sobre regeneración democrática y lucha contra la corrupción política. El diputado de izquierdas, José Luis Centella, ha empezado lamentando que el Gobierno con su actitud está consiguiendo que "desaparezca la capacidad legislativa del Parlamento y también la de control".
Ha reclamado un esfuerzo urgente de "regeneración democrática" porque en su opinión "representar al ciudadano no es sustituirle" y ha afirmado que "es una vergüenza que sea necesario trampear para poder traer a la Cámara el debate sobre todo lo que ocultó Rajoy sobre su amigo Bárcenas el pasado 1 de agosto".
A partir de ahí Centella ha repasado las sombras que siguen planeando sobre la versión que dio el presidente del Gobierno en el Senado: sus SMS al ex tesorero, incluso después de que se conociera que ocultaba una fortuna en Suiza; el sustancioso contrato que el PP mantuvo con él hasta hace solo unos meses; las listas de donantes del partido; los sobres con pagas extra en negro y la contabilidad B.
Y todo ello le sirvió para afirmar: "Ustedes pueden esconder a Rajoy pero no pueden esconder la realidad que siempre se impone y siempre vuelve". Para Izquierda Unida es evidente que "la mayoría de la ciudadanía da más credibilidad a Bárcenas que al presidente del Gobierno". Y esto en su opinión, debería avergonzar a los populares.
"Hay que dar la cara, abrir las puertas y los cajones para recuperar la confianza", ha insistido antes de defender la propuesta de su partido de crear una comisión de investigación parlamentaria sobre la financiación de todas las fuerzas políticas.
El ministro de Justicia ha repondido a IU manejando dos argumentos. El primero, la "reacción decidida del Gobierno a la agresión que supone la corrupción", y el segundo, su convencimiento personal de la "honestidad" de Rajoy que según él es "un ejemplo para la mayoría ética del país".

Las palabras de Gallardón han puesto el foco en las medidas que ya ha adoptado el Gobierno para luchar contra los corruptos y además ha avanzado la lista de propuestas de regeneración que el Consejo de Ministros aprobará este viernes y que ya fueron avanzadas por el presidente en el debate del 1 de agosto. Una buena parte de estas medidas se incluirán en la reforma del Código Penal, otras se han introducido en la Ley de Transparencia y a ello se sumarán revisiones de media docena de leyes.



FUENTE:  http://www.elmundo.es/