Los espectadores de TVE han sido sorprendidos a las tres de la tarde de este miércoles con un asesinato pegado a la cabecera del Telediario. Un policía blanco dispara hasta ocho veces y mata a un ciudadano negro que intentaba alejarse de él.

Ocurrió el sábado en Carolina del Sur (EEUU), y el informativo ha rotulado como "violencia racial" unas imágenes descarnadas en las que un ser humano quita la vida a otro. El informativo, que se emite en pleno horario de protección a la infancia, no ha realizado ninguna advertencia previa ni ha avisado de que lo que iba a ver podía herir la sensibilidad de una parte de la población. Ni siquiera ha aparecido en pantalla la presentadora hasta que no se terminado la secuencia.

Inmediatamente ha saltado la polémica en la redacción, cuando varios periodistas han lamentado la crudeza del contenido y la forma abrupta de su emisión; alguno ha recordado que se trataba de "una forma de amarillismo, un intento de ganar audiencia, incompatible con las normas deontológicas", mientras varios más descartaban que sirviera como excusa el similar formato usado por otras televisiones y recordaban que "nuestro estatuto como televisión pública nos exige ser muy cuidadosos con este tipo de noticias".