Por si alguien pensaba que Felipe VI suponía aire fresco

Por si alguien pensaba que la llegada de Felipe VI al trono de España suponía la entrada de aire fresco en la política española sólo tiene que ver o leer el discurso que ha pronunciado el día de ayer y ante el cuerpo diplomático acreditado en España para comprobar la línea continuista de en política exterior de su padre, Juan Carlos I, manteniendo de manera pertinaz su apoyo incondicional a los Tratados de Libre Comercio, que en estos momentos esta negociando la Unión Europea. Nos referimos al Acuerdo Transatlántico de Comercio e Inversiones, más conocido como TTIP o el texto consolidado de Tratado con Canadá, CETA.

La posición de Felipe VI me recuerda mucho a un lema de una campaña publicitaria que decía "la tecnología avanza para que todo siga igual" . 

Efectivamente, hoy podremos ver en los medios de comunicación de masas referencias al discurso del Rey que evitaran mencionar la parte relativa al TTIP y al CETA, se limitaran a una mera mención de carácter anecdótico. Es interesante reseñar que el año pasado, los medios de comunicación tuvieron la justificación perfecta puesto que el discurso frente al Cuerpo diplomático de Juan Carlos I fue justo el siguiente al de la Pascua Militar, donde el Rey se confundió en numerosas ocasiones, siendo el del Cuerpo Diplomático el perfecto para que los titulares se centraran que el Rey no había cometido ninguna equivocación en el mismo.

No es exagerado decir, que el discurso que pronuncia cada año el Rey ante el Cuerpo Diplomático acreditado en España es el más importante de todos los que pronuncia ya que en él se exponen las líneas fundamentales de la política exterior española durante ese año y por lo tanto, todo aquello que no sea una mera mención de relleno formal, se convierte en una línea maestra de la política internacional de España.

Ya en 2014, el anterior Rey dedica casi la mitad de su discurso al TTIP como explicamos en el artículo publicado en febrero de 2014 y titulado "El Rey apoya en nombre de España el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones entre la Unión Europea y Estados Unidos" y en el que incluimos las referencias en vídeo sobre el TTIP en el viaje a Estados Unidos de el presidente del gobierno Rajoy.

Por lo argumentado anteriormente, cabría suponer que si los Tratados de Libre Comercio como el TTIP son una prioridad del más lato nivel para la Corona y el gobierno de España debería haber un debate abierto a la sociedad española, dotado de una vasta información sobre el TTIP y el CETA  y una apoyado por una masiva cobertura por parte de los medios de comunicación de masas. Esto que rige para países donde la transparencia es una realidad, en España parece no funcionar y el actual gobierno a optado por una política de sombra informativa sobre los Tratados de Libre Comercio, excluyendo a los ciudadanos de conocer y debatir unos Tratados que determinaran y constreñiran sus derechos laborales, medioambientales, sociales y su soberanía.  

Este legitimo derecho de la ciudadanía española a debatir las repercusiones sobre su vida cotidiana parecen preocupar al actual gobierno que evita hablar de ello con la esperanza  que no surja una corriente crítica que ponga en peligro la firma del TTIP o del CETA y que se aprueben sin debate. En todo caso, una vez aprobados y cuando sus efectos nocivos sobre los ciudadanos sean ya irremediables, ya nos les importará debatir puesto que el TTIP o el CETA, puesto que ya no habrá marcha atrás.

Ahora y antes que el TTIP y el CETA sean una realidad irremediable es el momento de informarte sobre ellos y exigir que no los ratifique el Parlamento Europeo. 

Si quieres más información sobre el TTIP puedes hacerlo en este mismo blog o en las Redes Sociales donde encontrarás una amplia documentación que te permitirá crear tu propio criterio sobre los efectos de los Tratados de Libre Comercio.

Para aquellos que quieran posicionarse de una manera más activa, al final del artículo pueden firmar contra el mecanismo ISDS que supone la pérdida definitiva de la soberanía de los Estados frente al poder de las corporaciones internacionales.

(...) Hay otras empresas exteriores que también requerirán de un empuje común europeo. Me refiero a los avances hacia un acuerdo ambicioso de libre comercio e inversión con los Estados Unidos, a la profundización de nuestra dimensión asiática y pacífica, y a las relaciones de la UE con los países de Iberoamérica. (...)

(...)Sin olvidar Canadá, que ha firmado el CETA (Comprehensive Economic and Trade Agreement) con la Unión Europea, quiero subrayar nuestra relación con los Estados Unidos. El año pasado tuvimos ocasión de avanzar en la recuperación y el impulso de la dimensión hispánica de ese gran país, a cuyo alumbramiento como nación independiente España contribuyó decisivamente. A medida que los Estados Unidos redescubren ese pasado común, que forma parte de su propia identidad, consolida un presente y avanza hacia un futuro en el que el peso de lo hispano en todos los órdenes de su realidad es cada vez más palpable y más prometedor. Este año abordamos la negociación y el posible cierre del acuerdo entre los EE. UU. y la UE. España apoya, con firmeza y esperanza, ese acuerdo que podrá crear el espacio comercial y de inversión más grande del mundo, con obvias repercusiones en otras áreas claves del planeta. (...)

http://www.economiaciudadana.org